viernes, 11 de febrero de 2011

HUGO VAN DER GOES Y PIERO DELLA FRANCESCA.

Tríptico Portinari                                                                      Sacra Conversación



















La primera pintura nos muestra la parte central del Tríptico Portinari, se trata de la Adoración de los pastores.  Pertenece al 1476-1478.  La pintura está realizada al óleo sobre tabla y su autor es Hugo Van der Goes el cual recoge las dos grandes tendencias de la pintura flamenca: el simbolismo de Van Eyck y la crispación dramática de Van der Weyden.
La temática del cuadro es religiosa.  En la escena aparecen la virgen y el niño rodeados de diversas figuras de tamaños y proporciones incoherentes.  La virgen aparece representada de una forma serena al contrario que el aspecto rústico de los pastores.  La línea tiene un carácter importante en el cuadro, pues sirve para fijar a los personajes en el ambiente así como su apariencia.  Utiliza colores brillantes aplicados con cierta inteligencia, así pues, por ejemplo los ángeles aparecen de blanco puesto que quiere darles una mayor luminosidad.  Muestra bastantes detalles ya que esto era posible con la técnica del óleo que permitia hacer detalles muy minuciosos.  Mediante el juego del color pretende generar volumen a través la combinación de tonalidades.
En cuanto a la luz, mediante un foco de luz lateral consigue generar claroscuros, iluminando las partes que quiere resaltar del cuadro y manteniendo otras no tan importantes sombreadas, generando así un fuerte contraste.
La perspectiva está bien lograda, pero los personajes parecen un poco sobrepuestos o pegados, esto se debe a los diferentes tamaños que presentan según su protagonismo en la escena.
Al fondo podemos vislumbrar un paisaje "real", algo muy característico de los pintores flamencos, puesto que ellos fueron los primeros que empezaron a introducir fondos realistas.

La segunda pintura se trata de la Sacra conversación, perteneciante a Piero della Francesca, la obra data de 1472, y es un óleo sobre tabla.  Esta obra pertenece al quatroccento renacentista italiano.  Muestra un tema religioso, conocido como la "conversación sagrada" en el centro está representada María en un trono con el Niño adormecido y a su alrededor diversos personajes, a la derecha arrodillado, aparece Federico de Montefeltro, el valedor del cuadro, que como tal, quiere figurar en él.  La línea tiene un carácter muy importante en esta pintura, pues sirve para acotar el objeto, le da apariencia finita, clara, y fija su apariencia así como en el ambiente.  Al contrario que los pintores flamencos, que realizaban una perspectiva intuitiva, Piero della Francesca y sus contemporáneos introducen el punto de fuga coincidiendo con la cabeza de la Virgen a la que convergen las demás líneas, esto hace que aumente su relevancia.
Utiliza los efectos de la luz para dar volumen, recibe una luz homegénea dando mucho brillo a la composición.  La Virgen muestra en sus ropajes los tres colores primarios, los cuales son que van a formar el resto de colores. La armadura de Federico Montefieltro nos da una apariencia "metálica" bastante lograda mediate las llamadas veladuras.
Es bastante minucioso y detallista, clara herencia de los pintores flamencos.

DIFERENCIAS ENTRE LAS OBRAS


1. Ambos presentan una escena religiosa, pero Hugo Van der Weyden muestra de fondo un paisaje real, naturalista, difuminado etc. En cambio Piero della Francesca representa la escena en un lugar cerrado geométricamente estudiado, con líneas bien marcadas.

2. Hugo van der Goes utiliza el juego de luces y sombras, mientras que Piero della Francesca aporta una luminosidad homogénea a la obra.

3. La perpectiva del pintor flamenco es intuitiva, mientras que la del renacentista esta perfectamente lograda mediante el punto de fuga.

4. El Niño tiene una carácter más importante en la obra de Piero della Francesca, detalle apreciable en el tamaño, mientras que en la de Hugo van der Goes le da la relevancia no por el tamaño, sino por el brillo que desprende.

5. El simbolismo y los detalles son más minuciosos en obra del pintor flamenco. 

6. En la Sacra conversación los personajes son realistas, tranquilos aunque un poco idealizados; mientras que en el Tríptico Portinari en algunos casos las figuras son incoherentes.

7. La pintura de Hugo van der Goes da más sensación de movimiento mediante los escorzos que presentan algunas figuras, como los ángeles.  En cambio Piero della Francesca transmite más rigidez.

8. En el Tríptico Portinari predominan los colores fríos acusados asimismo por el juego de luz, dando sensación de oscuridad excepto en las zonas que quiere resaltar.

1 comentario:

  1. Esta estupendo. Has ido tratando todos los aspectos de un comentario artístico y los has comparado en ambos casos.
    Tan solo remarcarte que los colores de Piero eran más luminosos, además de ser más cálidos como tu dices. Eso se debe a que aun trabaja con tempera y tiene menos matices que Van der Goes. Este último opta por una paleta más oscura, menos luminosa, salvo en los ángeles.
    Van der Goes fracasa en su perspectiva pues superpone personajes que como tu dices son incoherentes en cuanto a proporciones en relación con las otras figuras.
    Muy, muy bien.

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